jueves, 9 de octubre de 2014

DESPOJO DE LA CULTURA MANZANILLERA: Descaro ¿histórico?

Ya el despojo de la cultura manzanillera es escandaloso. Culpo a los propios manzanilleros que comulgan con el bayamés.

El instrumento que debutó en Cienfuegos no es el actual. Eso es mérito de Manzanillo, a donde llegó no fortuitamente sino porque esta ciudad era una de las más importantes en la ruta de los vapores Menéndez. A sus inicios están ligadas las familias Borbolla y Fornaris.

El músico Carlo Borbolla, que cultivó esta música lo hizo con gran rigor teórico, creando las bases fundamentales del son manzanillero. Su obra Cuatro Sones Cubanos fue publicada en París antes que en La Habana, donde se le ignoró del modo característico en que ignoraban lo autóctono los habaneros de la época, al decir de Gonzalo Roig: “la sociedad habanera consideraba un delito tocar una canción cubana”. Carpentier no podía explicarse cómo era desconocido hasta la segunda mitad del siglo XX y lo consideraba el caso más extraordinario de la música contempotánea.


La obra más conocida de Carlos Borbolla para órgano manzanillero es “El Jorocón”. Cuentan que fue de gran aceptación. Tanto le gustó a Pancho Sánchez, el tío de Celia, la flor mas autóctona de Fidel castro, al escucharla cerca de Media Luna, que quiso que le repitieran “El Cojonú”. 


En este video, en la celebración del regreso de Elián a Cuba, puede apreciarse cómo se bailaba esta música en Manzanillo, algo que va a desparecer pronto.


Tomado de Historia del órgano oriental de Manzanillo parte III, podemos ver en una plaza de Amsterdam este pedazo de cultura manzanillera en 1995, como un reto a la cultura cubana actual que la ignora.


De la forma en que el desfortunado autor trata el tema en el siguiente artículo se deduce que ha leído lo que los manzanilleros contemporáneos han escrito sobre el órgano. Sólo que no menciona a Manzanillo. A eso yo llamo mala-leche.
El siguiente "pedacito" es tomado del blog de (juansobe)
El órgano oriental -esa encantadora y fabulosa fábrica de hacer «música molida»- llegó a Cuba procedente de Francia en 1885. Hizo su debut en Cienfuegos, y, tiempo después, ya estaba extendido por buena parte del país. Se hizo tan popular en las fiestas criollas que hasta cambió su vocación de «solista» para hacerse acompañar de timbal, claves, tumbadora y guayo. Es como una pequeña orquesta, porque reproduce sonidos de otros instrumentos, principalmente de los de viento.
Tuvo participación en nuestras guerras de independencia del siglo XIX, pues, en tiempos de festividades comunitarias, los patriotas cubanos que lucbanan contra el colonialismo español solían trasladar en su interior, de un pueblo a otro, armas, municiones, medicinas y otros pertrechos. El modelo de órgano oriental actual es de madera, con dos maniguetas: una mueve los rollos de cartón que tienen caladas las notas musicales; y la otra acciona el fuelle que proporciona el aire necesario para hacerlo funcionar.
El primer órgano que tuvo  la ciudad de Victoria de Las Tunas data de 1904. Era de cartón y lo trajo un señor de nombre Francisco (Pancho) Rodríguez para ofrecer retretas dominicales. Pero el más popular de todos ha sido El Estrella de Oriente, fundado por el profesor Joaquín Ochoa y Parra en 1925 junto a varios miembros de su familia. Este órgano ha recorrido buena parte del país con excelente nivel de aceptación. Incluso, llegó a tener durante varios lustros un espacio fijo en la emisora provincial Radio Victoria, que abría las transmisiones de la planta.

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